Al atardecer de hoy, apunte mi súper cámara astrofotográfica (bromas, pero pronto la tendré :-)) sin trípode alguno hacia la puesta del sol. Como siempre ha sido una ley para estas fechas, ahí estaban ambos muy juntos: Mercurio y Venus, los dos planetas más cercanos al astro rey y separados por una distancia angular de 7 grados en dirección oeste.
Mercurio a una altura sobre el horizonte de 8 grados lucia tímido pero llamativo. Por alguna razón, a diferencia de otros planetas este parecía tiritar producto del efecto atmosférico. Brevemente estos días se ha separado del sol acercándose a su punto máximo en perihelio (ayer) siendo posible verlo efímeramente, ya que éste retornara a planeta matutino en su punto máximo en el horizonte a mediados de marzo.
Opacando casi por completo a Mercurio por su enorme brillantes (lo más brillante en el cielo por encima de la estrella Sirius), Venus siempre es inigualable e imposible de ignorar. En la actualidad se encuentra a 24 grados del sol y avanza hacia su máxima elongación, la cual alcanzará el 8 de junio para luego declinar hacia más abajo en el horizonte vespertino, retornando como planeta matutino a finales de octubre e inicios de noviembre.
Y es que la astronomía no es nada aburrido como seguramente piensan muchas personas. La naturaleza nos ha regalado un sinnúmero de espectáculos que podemos presenciar durante todo el año -incluso a simple vista- y no necesitamos esperar grandes eventos como eclipses o el avistamiento de algún cometa. Por ejemplo, al momento de tomar la fotografía a Mercurio y Venus al otro extremo del horizonte y siguiendo la eclíptica, se encuentra Saturno saliendo de la constelación de LEO y cuya oposición máxima la veremos este 10 de febrero. Sin embargo para apreciar la majestuosidad de sus anillos es necesario por lo menos apuntarlo con un telescopio pequeño de 70 mm (preferiblemente refractor).
Mercurio a una altura sobre el horizonte de 8 grados lucia tímido pero llamativo. Por alguna razón, a diferencia de otros planetas este parecía tiritar producto del efecto atmosférico. Brevemente estos días se ha separado del sol acercándose a su punto máximo en perihelio (ayer) siendo posible verlo efímeramente, ya que éste retornara a planeta matutino en su punto máximo en el horizonte a mediados de marzo.
Opacando casi por completo a Mercurio por su enorme brillantes (lo más brillante en el cielo por encima de la estrella Sirius), Venus siempre es inigualable e imposible de ignorar. En la actualidad se encuentra a 24 grados del sol y avanza hacia su máxima elongación, la cual alcanzará el 8 de junio para luego declinar hacia más abajo en el horizonte vespertino, retornando como planeta matutino a finales de octubre e inicios de noviembre.
Y es que la astronomía no es nada aburrido como seguramente piensan muchas personas. La naturaleza nos ha regalado un sinnúmero de espectáculos que podemos presenciar durante todo el año -incluso a simple vista- y no necesitamos esperar grandes eventos como eclipses o el avistamiento de algún cometa. Por ejemplo, al momento de tomar la fotografía a Mercurio y Venus al otro extremo del horizonte y siguiendo la eclíptica, se encuentra Saturno saliendo de la constelación de LEO y cuya oposición máxima la veremos este 10 de febrero. Sin embargo para apreciar la majestuosidad de sus anillos es necesario por lo menos apuntarlo con un telescopio pequeño de 70 mm (preferiblemente refractor).
Separación angular Mercurio-Venus: 70 09` 46``
Posición: Alt.: 110 Az 2590
Mercurio altura sobre el horizonte: 80 38.116`
Mercurio elongación: cerca de su máxima en perihelio (180 07` 51``)
Venus altura sobre el horizonte: 150 40.159`
Venus elongación: 240 55` 58``
(Datos recopilados en el Starry Night Pro 5)
1 comentario:
Buen blog compañero latinquasero :D:D:D
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